domingo, 18 de septiembre de 2011

A ti, que me recuerdas el camino.

"Dedicado a alguien muy especial que 
se encuentra ayudándome por el buen camino"

Oh mi hermano, mi maestro, saber a veces que me inspiras retorica emoción de los conocimientos, conocimientos que colocas en mis ojos y en mis oídos llenando mi corazón.

Has de saber, que tu eres concepto dotado de intelecto, que tratas de huir de lo mundanal enfocándote en el mas allá.

Has de saber mi querido hermano, mi maestro; que hay consejos claros en el propio mensaje y en el mensajero que se nos ha enviado. Pero sabes, yo se que tu has recibido consejo de él; eres ilustrado de conocimiento de la gente del libro y de los sometidos.

Pero me pregunto ¿que valor tiene mi consejo para ti?. Tu conoces tu alma, pues conoces a tu señor mediante el conocimiento, las acciones y la sumisión.

Ay, mi querido hermano, mi maestro; yo no te pido que critiques mi ignorancia, ni tampoco que me  llenes de letras para luego escuchar y no ponerlas en practica, tampoco te pido que me busques directrices, pues sin duda solo estas para que yo camine y me cuente contigo, pues solo yo deseo corregirme con mis propias criticas. 

Pero sabes que mi hermano, mi maestro; a veces dar consejos es muy sencillo, pero difícilmente se reciben y se ponen en practica.

Yo te sigo como conocedor de letras y de los pensamientos, donde no te guias por lo mundanal, sino que sigues lo que es licito para nosotros, recordándote a ti mismo con tus propias acciones lo que es correcto y lo que no.

A veces el mas castigado por Allah el Día de Juicio sera el hombre de conocimiento por cuyo saber Allah no recibió beneficio alguno, pues así El Profeta (Salalah alahim wa salam) nos los recordaba.

Pero yo se mi querido hermano, mi maestro; que tu siempre actúas piadosamente y tendrás una morada eterna, pero a veces tengo que recordarte que nuestro profeta (salalah alahim wa salam) dijo: " Es perspicaz quien sojuzga su propia alma y actúa con vista a lo que hay después de la muerte, y es estúpido quien sigue sus propios deseos y se confía a la idea de que Allah El Altísimo cumplirá sus anhelos"

Me pregunto, mi querido hermano,mi maestro; ¿Para que tantos estudios de teología, poesía y retorica sino para malgastar tu vida apartándote de Allah?

Pero te digo otra cosa, El profeta Isa(La paz y bendiciones estén con él) en la cual dio una explicación sobre el momento en que un hombre se encuentra muerto en su ataúd y Allah le plantea cuarenta preguntas, entre ellas la primera es ¿ Que tanto haces para los demás cuando estas rodeado siempre por mis beneficios?

Discúlpame hermano, mi maestro, si es verdad que tu me has recordado que soy entre los del montón, aquellos que dicen y no hacen. Pero yo se que oculta mi corazón y se que me someto para tratar de buscar el perdón de Allah. Pero hermano, tu sabes mas que yo ¿para que quieres mi guía?

Discúlpame hermano, yo solo se hacer una cosa, por la cual no necesito muchos estudios, pues me grabe en mi alma y en mi mente algo que decía nuestro Profeta(Salalah alahim wa salam): " Trabaja por la vida del mundo en proporción a tu estadía en ella, trabaja por el mas allá en proporción de tu subsistencia eterna allí. Trabaja por Allah en proporción a la necesidad que tengas de él y trabaja por el fuego del infierno en proporción a tu capacidad para soportarlo"

Discúlpame, maestro; yo no se lenguas muertas, ni  vivas, ni latinas, ni clásicas, tampoco se de proverbios, ni lingüística, tampoco de Aristotéles o de Platón.

Hoy se que me consideras mas del montón. Yo solo trato de creer firme en el Corán y a contradecir mi alma tratando de combatir mis pasiones hasta encontrar la obediencia de Allah.

Sin embargo mi querido hermano, mi maestro, yo seré tu estudiante y tu seras mi mentor, para que conviertas mis malos rasgos en virtudes, pues tu tienes las características de lo que están guiados, pues te mantienes oculto de mi, del mundo y de la fama y mantienes tu alma contenta con lo que Allah te ha dado, y yo solo espero que seas tomando como ejemplo.

Te encontré, me encontraste, esperando seguir camino al paraíso, pues yo se que tu conoces mis necesidades de conocimiento.

Yo espero no te vuelvas a ir maestro, pues nadie de entre los hombres, me entiende como tu y me escucha como tu.

Maestro, pero enséñame lo que necesito y no me coloques dentro de los del montón, pues para ser yo de entre ellos, tendría que dejar de preguntarte y de escucharte.

Por ahora mi querido hermano, mi maestro. 

Por lo poco. 

Gracias.

LA GUERRERA DEL ISLAM.

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