viernes, 9 de septiembre de 2011

Un tesoro: El conocimiento (Tulab Al’Ilm)

Investigando un poco acerca de los depredadores encontré algunos datos muy interesantes. Se dice que cada especie tiene sus propias técnicas para cazar y alimentarse. Los guepardos, por ejemplo, llegan a alcanzar velocidades de más de 95km/h, gracias a las cuales pueden cazar gacelas muy fácilmente. En cambio los leones, que no son tan rápidos, tienden a agazaparse para abalanzarse sorpresivamente sobre su presa. Otros animales prefieren cazar en manadas, aunque al final peleen entre sí para quedarse con la presa. Leyendo sobre estos interesantes métodos de supervivencia pensaba que mientras los animales se esfuerzan por satisfacer sus necesidades básicas y las de sus familias, nosotros a veces descuidamos nuestra nutrición emocional, educativa y espiritual.

El cuerpo humano cuenta con un mecanismo que nos mantiene al tanto de la necesidad de alimento físico, pero debemos preguntarnos y cabe preguntar: ¿estamos bien alimentados en otros ámbitos como el espiritual? Por ejemplo ¿Cuánto tiempo dedicas a fortalecer tu sistema emocional, alimentándolo con buenos seminarios, conferencias, reuniones en las mezquitas, retiros en la búsqueda de Allah, en la cual nos proporcionaría más conocimiento y más fe, suministrándonos una autoestima saludable? O, ¿Cuánto tiempo dedicamos a la lectura edificante e instructiva? Muy poca ¿verdad? Sobre todo, ¿Qué haces con la nutrición del corazón, que es la más importante? porque ¿es verdad que los corazones de los verdaderos creyentes lo tienen abierto al amor de Allah en busca de consecuencias eternas como el paraíso?

Dice en el Corán: “¿Acaso son iguales quienes saben [los preceptos de su Señor y los ponen en práctica] y quienes no saben? Por cierto que sólo reflexionan los dotados de intelecto.” [39:9]

La reflexión en la búsqueda de conocimiento es esencial para el musulmán y musulmana, ya que si comete algún error, su conocimiento y su temor a Allah, le hará arrepentirse y abrirá más su corazón. 

De acuerdo con las palabras del Corán: Di: “¡Oh, Señor mío! Acrecienta mi conocimiento.” [20:114]

¿Pero es cierto esto? ¿Qué tipo de conocimiento es la que estamos aprendiendo o buscamos? A veces dedicamos tiempo a alimentarnos física y emocionalmente de pura chatarra, y aparentemente nuestro sistema funciona bien, pero más temprano que tarde, al enfrentar las inclemencias de la vida, nuestra construcción de conocimientos medios se desvanecerá.

Si decimos “Acrecienta” y buscamos sus sinónimos, veremos el esplendor que tenemos delante de nosotros, agrandar, desarrollar, ampliar, dilatar, amplificar, ensanchar, extender y propagar, son los conceptos que todo musulmán debe saber y practicar, ya que esto nos conducirá al paraíso, abrirá nuestro corazón, mejorara nuestro, carácter y buscaremos siempre el arrepentimiento. 

Pero la palabra “Conocimiento”, es el tesoro más grande que Allah nos coloca para buscar la guía y la fe. Con este tesoro podemos obtener la felicidad que proviene de la confianza de Allah. ¿Pero cómo hacerlo, como acrecentar el conocimiento, ampliar el corazón y afirmar la fe? Se obtiene a través de la lectura, del estudio, dedicando tiempo para preparar banquetes de conocimiento y buscar allí la fe y el amor a Allah. Si haces esto tu vida será una fuerte torre que nunca se desvanecerá y podrás enfrentar los huracanes y permanecer firme en la vida. 

La inteligencia sin sabiduría es como un baúl sin tesoro, y el conocimiento sin temor a Allah, no es completo.

La guerrera del Islam.

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